viernes, 21 de febrero de 2014

Calle Marroquíes número 6 (¿Circo Krone?)



Son múltiples los atractivos de la casa de la calle Marroquíes número 6, la llamada casa-patio que tantos premios ha recibido en el concurso de patios. Pero pocos son los conocimientos al respecto. Los más antiguos del lugar a menudo se refieren a ella como el “Circo Krone”, pero no pueden explicar el por qué,  lo que no hace sino aumentar  su encanto y el interés por su origen.

Los datos que hemos conseguido resultan mucho más prosaicos, y proceden de la base de datos del archivo de Arquitectura Contemporánea de Andalucía, dónde la denominan “Casa-Urbanización”:

La Casa-Urbanización se sitúa en el número seis (en origen ocho) de la calle Marroquíes, en pleno barrio de Santa Marina -una de las parroquias de la Ajerquía Norte del Conjunto Histórico de Córdoba- popular y castizo por considerarse el ¿barrio de los toreros¿. 

La manufactura del aceite fue una de las pocas que influyeron en la tímida industrialización durante el primer tercio del siglo XX en nuestras latitudes. La necesidad de dar cobijo a los trabajadores, inmigrantes campesinos, hizo proliferar la construcción de casas-corral o casas de vecinos. Pero a diferencia de éstas, que organizan la edificación en torno a un gran patio, la Casa-Urbanización se desarrolla como una pequeña estructura urbana, como un pequeño barrio al que se accede por una puerta y zaguán, creando un callejero y estableciendo una jerarquía de funciones a escala reducida. 

La Casa-Urbanización es un proyecto de 1928 de Enrique García Sanz para D. José Recio Diéguez. Es un caso poco habitual esta tipología, además de que en la mayoría de las casas de vecinos se desconoce la autoría arquitectónica. 

En realidad, lo que hace el arquitecto es ampliar y reestructurar unas edificaciones existentes en una parcela de gran tamaño, donde encuentra construida una crujía adosada a la mitad del contorno de la medianera. La parcela, de forma irregular, se asemeja a una L. El proyecto, que se desarrolla en una sola planta, se fundamenta en la construcción de una crujía de edificación perimetral que termina de cerrar toda la parcela, absorbiendo las pequeñas irregularidades de ésta. En el caso del lado del perímetro coincidente con la alineación a calle, la crujía se dobla, pero esta reforma se hace casi una década después. El paso desde la calle al interior atraviesa esa doble¿crujía (o casa-tapón) y se produce a través de un zaguán de dos tramos. 

Esta configuración en anillo deja un espacio homotético a la parcela en el que se instalan dos naves aisladas de planta rectangular, cada una en un lado de la L, albergando cuatro pequeños apartamentos cada uno de ellos, lo que origina un singular sistema de callejas interiores y de ricos espacios de distinta envergadura, asemejando a un entramado urbano. 

Cada crujía está conformada por dos muros paralelos, desarrollándose en su interior pero próximo al exterior, una línea de tabiquería a una distancia escasamente mayor que un metro. En esa profundidad, se crea ante cada dos viviendas un pequeño porche-galería donde se sitúan las entradas a las viviendas y que dilata los recorridos y crea espacios de estancia y relación. La estructura portante del muro se sustituye por pilares de hierro fundido. La situación de cada uno de estos ensanches se hace al tresbolillo para eludir la excesiva proximidad de vistas, generando una atractiva y sinuosa fluidez espacial. Estratégicamente situadas se ubican las dependencias comunes, tales como pozos, cocinas, lavaderos y retretes. En el atractivo sistema de recorridos también incide la ambigua situación del zaguán con respecto a los espacios libres, ni a eje ni en oclusión, sino ambas. 

La construcción se realiza con materiales humildes. A base de muros de carga de mampostería encalada y cubierta inclinada de estructura de madera y terminación de teja árabe, su geometría es austera, sin pretensiones estilísticas regionalistas, concediendo lugar, únicamente, a puntuales guiños de color añil o marrón carmelita en elementos destacados como pilares y carpinterías o vigas. Una abundante vegetación termina de dotar al lugar de un carácter único que se balancea entre lo público y lo privado, entre exterior e interior. 

Rafael de La-Hoz Saldaña remodela parte de la casa-tapón (doble crujía que formaliza la alineación de fachada y contiene el zaguán) en el año 1937, a requerimiento de uno de los vecinos. 

En cuanto al “Circo Krone” podría tratarse de una expresión para referirse al modo de vida cotidiano que se daba entre sus callejuelas, que imaginamos llenas de niños corriendo y madres clamando, como metáfora de aquel circo que recorría las ciudades españolas en las décadas precedentes.



domingo, 9 de febrero de 2014

Espacios en desuso: ¿Qué hacemos con ellos?


El próximo sábado día 15 de febrero, en el ocupado colegio Rey Heredia, tendrá lugar un encuentro fruto de la colaboración de varios colectivos vecinales que vivió su inicio el pasado 5 de octubre. En aquella ocasión se quiso poner de manifiesto la cantidad de espacios en desuso existentes en parte de nuestra ciudad (Axerquía), que resulta extrapolable al resto de nuestro municipio.

En esta ocasión se convoca a toda la ciudadanía, y a los colectivos interesados, a participar en esta jornada en la que se conocerán detalles concretos de intervenciones liberadoras y autogestionadas del espacio público, como son el propio colegio Rey Heredia o el Huerto Social de la Fuensanta.  Además de tiempo de información dedicado al testimonio directo de los protagonistas de estas intervenciones, así como de la reflexión que nos propone el colectivo GEA La Corrala, habrá también una vertiente práctica: cómo señalar espacios en desuso en nuestra calle, nuestro barrio, nuestros itinerarios diarios: con una simple aplicación de teléfono móvil podemos "denunciar" (marcar) la existencia de un espacio en desuso (público o privado) en nuestra ciudad. Por que no es justo que haya "casas sin gente" ni "gente sin casas".